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Smart working: la evolución del teletrabajo

Smart working: la evolución del teletrabajo

El smart working supone un paso más allá en el teletrabajo tal y cómo lo conocíamos hasta ahora. Este enfoque no solo implica trabajar un número determinado de horas, sino cumplir con objetivos específicos, dando prioridad a la eficiencia y la productividad sobre la presencia física en la oficina. Si no conoces o quieres sacar el máximo partido posible al smart working, te animamos a seguir leyendo para descubrir sus claves para ponerlo en marcha.

¿En qué consiste el smart working?

El smart working es una metodología de trabajo que se apoya en la confianza hacia los empleados y en la provisión de todas las herramientas necesarias para alcanzar un rendimiento profesional óptimo, independientemente del lugar en el que se encuentren. Este modelo de trabajo representa una fusión del teletrabajo y las nuevas tecnologías, adaptándose a la transformación digital y a los cambios en la forma de entender el trabajo.

La intención del smart working es que el empleado trabaje por objetivos, y no tanto para cubrir un número determinado de horas. Para ello, las empresas deben otorgar a la plantilla todas las herramientas digitales necesarias para maximizar su rendimiento profesional sea cual sea el lugar en el que trabajan.

Un paso más en el teletrabajo

Una de las claves del Smart Working es la movilidad. Los empleados pueden elegir su lugar de trabajo, ya sea en casa, en una oficina o en cualquier otro espacio que favorezca su productividad. Esta flexibilidad se complementa con el uso de tecnologías avanzadas, especialmente aquellas que permiten el acceso a la información y la comunicación en tiempo real, lo que es crucial para el éxito del smart working. La digitalización y el uso de herramientas digitales como la firma electrónica son fundamentales para hacer viable este modelo de trabajo, quitando la necesidad de ir al centro de trabajo para realizar gestiones.

Puntos clave que tener presentes

Llevar a cabo el smart working será distinto en cada tipo de empresa, pero sí que existen unos pilares clave sobre los que se basa este modelo de trabajo:

  • Flexibilidad de ubicación: Se da a los empleados la autonomía para seleccionar su entorno laboral. Esta elección puede abarcar desde la comodidad del hogar hasta espacios colaborativos como los coworkings. Esta flexibilidad no solo promueve un equilibrio saludable entre la vida personal y laboral, sino que también respalda la productividad y la satisfacción en el trabajo.
  • Papel fundamental de la tecnología: La tecnología es el eje sobre el que gira el smart working. Facilita un acceso fluido a la información y posibilita una colaboración efectiva en tiempo real, independientemente de dónde se encuentren físicamente los empleados. Este aspecto es fundamental para mantener la continuidad y eficiencia del trabajo en un entorno cada vez más digitalizado y conectado.
  • Orientación hacia los resultado: A diferencia de los enfoques laborales tradicionales, donde prevalece la rigidez de un horario establecido, el smart working pone el foco en la consecución de metas y objetivos concretos. Este enfoque orientado a resultados prioriza la productividad y el rendimiento efectivo, más allá de las horas invertidas en el trabajo.

¿Interesa realmente este modelo de trabajo?

El smart working se está perfilando como un modelo laboral revolucionario con numerosos beneficios tanto para empleados como para empleadores, aunque no está exento de desafíos.

Ventajas del smart working

La principal fortaleza del smart working radica en su enfoque en la consecución de resultados. Este modelo promueve una mayor motivación y eficiencia entre los trabajadores, quienes pueden valorar de manera más objetiva sus logros. Al permitir que las tareas se realicen desde cualquier lugar, se reducen costes significativos para la empresa, como los derivados del alquiler de oficinas o gastos de mantenimiento.

Además, el smart working facilita la creación de equipos de trabajo multiculturales y multidisciplinarios, enriqueciendo el entorno laboral con diversas perspectivas y aumentando la diversidad. La flexibilidad en la ubicación de trabajo y la autonomía otorgada a los empleados contribuyen a un mejor equilibrio entre la vida personal y laboral, incrementando la satisfacción y el bienestar general.

Desafíos del smart working

No obstante, el smart working también presenta ciertos desafíos. Uno de los principales es el riesgo de distracciones y el potencial aislamiento de los equipos, especialmente cuando se trabaja de manera remota. La deslocalización del espacio de trabajo puede dificultar la comunicación y colaboración efectiva entre los miembros del equipo.

Otro aspecto importante es la necesidad de un marco regulador claro. En muchos países, incluida España, la legislación laboral relacionada con el smart working aún está en desarrollo, con algunas generalidades y vacíos legales que podrían generar incertidumbre tanto para trabajadores como para empresarios. Por lo tanto, la implementación del smart working suele regularse a través de convenios colectivos y acuerdos específicos entre empresas y trabajadores.

En resumen, aunque el smart working ofrece numerosas ventajas en términos de flexibilidad, eficiencia y diversidad, es crucial abordar sus desafíos mediante estrategias efectivas para gestionar equipos a distancia. Para hacer frente a estos retos, las empresas buscan potenciar su comunicación interna empleando herramientas digitales proporcionadas por softwares de RRHH, como un gestor documental o la firma digital de documentos. Todo ello permite a los empleados poder operar y gestionar sus trámites desde cualquier lugar.

 

Sobre el autor

Tamara Vargas

Periodista Digital aficionada al mundo de la tecnología y de la comunicación.

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