¿Qué es eso de la reducción de jornada y en qué punto está ahora?
Si últimamente tienes la sensación de que todo el mundo habla de “reducción de jornada” y no sabes si te están quitando horas de trabajo o de siesta… no te preocupes, les pasa a muchos. Así que te contamos de qué va esto.
Lo que se está planteando (y ya ha dado su primer paso) es una reforma para reducir la jornada laboral semanal de 40 a 37.5 horas sin que eso afecte al salario. Es decir: mismas condiciones, pero con un poco más de aire en la agenda semanal.
¿Y en qué punto está?
Ayer (6 de mayo de 2025), el Consejo de Ministros aprobó el proyecto de ley, pero (y aquí viene la letra pequeña) todavía no está en vigor. Falta que pase por el Congreso, se apruebe definitivamente y se publique en el BOE con todos los detalles bien atados.
¿Cuándo entraría en vigor entonces?
Lo que se sabe hasta ahora es que el objetivo era aplicarla en dos fases:
- Primera fase: reducción a 38,7 horas semanales antes de que acabe 2024
- Segunda fase: reducción a 37,5 horas semanales a partir del 1 de enero de 2025
Sin embargo, esa primera fase (como bien has podido ver) no se llegó a implementar.
Ahora, el plan es aplicar directamente la reducción a 37,5 horas semanales en 2025.
¿Podremos marcar esta fecha con subrayador fosforito en el calendario? Ojalá. Pero hasta que no se publique la ley y sepamos cómo queda exactamente, más que fosforito… mejor en lápiz con goma.
¿Cómo se va a aplicar esta reducción de jornada?
¿Será de golpe o poco a poco?
A ver, que no cunda el pánico ni la emoción desmedida: la jornada de 37,5 horas aún no ha llegado a nuestras vidas laborales, pero el plan es que lo haga de una. Nada de reducciones por fascículos ni de contar minutos con cronómetro.
El plan original sonaba un poco a dieta progresiva: primero bajamos a 38,5 horas, luego ya vemos. Pero como pasa con casi todas las dietas… la fase uno nunca se llegó a cumplir. Así que el objetivo ahora es ir directos a 37,5 horas semanales. Sin escalas.
Eso sí, aunque ya ha sido aprobada en el Congreso de Ministros, aún no se ha servido en la mesa: falta aún el trámite parlamentario. Y como suele pasar siempre con estas cosas, el “antes de que acabe 2025” puede significar desde “en un par de meses” hasta “tranquilidad e ir preparando las uvas”.
¿Afecta a todas las personas por igual la reducción de jornada?
Pues depende. Porque en esto, como en las rebajas, no todo el mundo encuentra las mismas ofertas.
- Si estás en sectores como hostelería, comercio o agricultura, la aplicación puede venir con letra pequeña (y curva de adaptación).
- De hecho, uno de los objetivos principales de esta medida es precisamente llegar donde la negociación colectiva no ha llegado: sectores como la hostelería, el comercio, el cuidado o la agricultura, donde las jornadas medias superan las 39 horas semanales.
- Si ya tienes una jornada más corta por convenio, no te la van a volver a subir para bajarla después.
- Si eres freelance, autónomo o CEO de tí mismo… spoiler: aquí te lo marcas tú.
Y para empresas: no hace falta que empecéis a tachar horas del calendario todavía. Tendréis hasta el 31 de diciembre de 2025 para adaptar convenios y no morir en el intento. Lo cual, viendo cómo vuela el año, es casi pasado mañana. Así que no te agobies pero no lo dejes tampoco.
Empresas, esto os interesa: lo que debéis tener en cuenta (sin pánico) sobre la reducción de jornada
Sabemos que cuando oís “nueva normativa laboral”, en alguna oficina se activa la alerta roja y alguien abre un Excel que da miedo. Pero calma: aquí no venimos a agobiar, sino a contar lo que realmente os afecta (y lo que no) con claridad, datos… y algo de humor para que entre mejor.
Porque sí, la reducción de jornada os va a tocar, lo que no hace falta es entrar en modo pánico. Mejor entender qué implica y qué podéis ir haciendo desde ya para no pillarnos los dedos cuando se publique definitivamente la medida.
Cuanto antes empecéis a planificar, más suave será la transición (y menos cafés os beberéis con cara de “¿quién ha puesto esto en marcha sin avisar”?). Y es que aunque falten aprobaciones, la reducción de jornada es un hecho.
Qué implica para la gestión de equipos y horarios
No se trata solo de quitar 2.5 horas a lo loco y esperar que todo fluya con energía positiva. Esta reducción implica ajustes reales, y no, Excel no va a solucionarlo por arte de magia.
La cosa va de reorganizar el tiempo de trabajo sin cargarse la operativa. Porque si hasta ahora cuadrar horarios ya era como jugar al Tetris nivel experto, con menos horas semanales la cosa se pone interesante.
¿Qué toca revisar?
- Los turnos especialmente si tienes personas con horarios partidos, rotativos o de atención al cliente.
- Los calendarios laborales: sí, toca abrir ese PDF que guardaste con el nombre de “final_definitivo_bis_V3”.
- Y también las reuniones eternas de los lunes… que a lo mejor ahora necesitan media hora menos o, mejor aún, una cancelación estratégica (esto no lo dice la ley pero lo dejamos como consejo).
Lo importante aquí no es solo cumplir con la ley cuando toque, sino anticiparse y no montar un scape room de horarios cuando termine el año.
Pensad en esto como una oportunidad para revisar procesos, mejorar la gestión del tiempo y, por qué no, dejar de fingir que una reunión de 2 horas con 10 personas era imprescindible.
¿Y hay ayudas o recursos?
Si, hay algo de dinero sobre la mesa. No es un premio de la lotería, pero puede aliviar el susto de los ajustes.
El Gobierno ha planteado un paquete de ayudas para facilitar la transición a la nueva jornada de 37,5 horas, especialmente pensando en PYMES y personas autónomas que estén sudando solo de pensarlo. Aunque las cifras exactas pueden variar según la negociación final, se ha hablado de hasta 300 millones de euros para apoyar la reorganización del trabajo.
¿Qué tipo de gastos podrían cubrir estas ayudas? Desde la reorganización de turnos, hasta la contratación de personal de refuerzo o la digitalización de procesos (sí, aquí es donde el software de RRHH deja de ser “ya veremos” para convertirse en “vale, lo necesito”).
¿Y cómo anticiparse sin arruinarse en el intento?
- Haz números. Pero de verdad, no solo los de la servilleta del bar.
- Detecta qué áreas de tu operativa podrían necesitar refuerzo o reajuste.
- Y si aún no tienes un sistema de gestión de jornada claro… es ahora o nunca, porque improvisar no sale gratis (ni en tiempos, ni en nervios).
Consejo de confianza: no esperes a que la ley te pille en modo “último día del trimestre”. Empieza a revisar escenarios y prepárate con tiempo. Que luego vienen las prisas, las quejas y los mails de recursos humanos a las 22:00 con asunto “Urgente de verdad esta vez”.
¿Y el software de RRHH? Aquí entra TramtApp
Es justo lo que estás pensando, te estamos informando de cómo va esto… pero también nos vendemos, y no nos escondemos. Porque si tienes una herramienta que te ahorra horas de cuadrantes, discusiones de pasillo y mail con asunto “esto no me cuadra”, lo lógico es contarlo ¿no crees?.
Y TramitApp no solo que sea buena, es que te resuelve muchas de esas cosas que te tienen hasta el gorro (por decirlo finamente) y encima te da tu ratito de paz.
Si, está claro, puedes intentar cuadrar la nueva jornada con post-its, una hoja de Excel compartida (en la que alguien siempre borra algo) y un grupo de Whats llamado “HORARIOS CAOS TOTAL”. Pero hay opciones mejores. Como nosotros, por ejemplo.
Un software de RRHH no solo te ayuda a cumplir con la ley, sino que te ahorra tiempo, líos y caras largas. Porque cuando toca ajustar calendarios, rediseñar turnos y controlar las horas sin dejarte los ojos (y la paciencia), tener una herramienta que lo haga por tí no es un capricho, es supervivencia organizativa.
Otro punto importante que traerá la nueva ley es que se exigirá un sistema de registro de jornada más fiable e interoperable. Así que si ya estás sufriendo con Excels compartidos y cuadrantes en PDF, este es el momento de cambiar de herramienta.
¿Qué puedes hacer con TramitApp sin perder la cabeza?
- Adaptar y personalizar los horarios por equipos o personas.
- Gestionar las horas reales trabajadas vs las pactadas (y tener pruebas si alguien se pone en modo CSI laboral o viene inspección). Fichar bien para que nadie se complique.
- Automatizar avisas, informes y controles que ahora haces a mano con una paciencia de otra época.
El resumen es fácil: menos jornadas eternas ajustando cuadrantes, y más tiempo para lo que de verdad importa: las personas y pensar qué hacer con esa hora y media extra a la semana.
Si eres persona trabajadora, esta es tu parte del pastel de la reducción de jornada
Vale, ya has oído hablar de la reducción de jornada en todas partes: en la tele, en la comida con tu cuñado y hasta en ese grupo de WhatsApp donde solo se habla para enviar memes. Pero más allá del ruido… ¿Esto te afecta? ¿Y cómo?
La respuesta corta es: sí y para bien. Pero vamos por partes.
¿Qué cambios podrías notar en tu jornada real?
Lo primero que debes saber es que esta medida no implica trabajar menos por arte de magia. Lo que cambia es el máximo legal de horas semanales: pasa de 40 a 37,5. Es decir, si estás a jornada completa, tu empresa deberá reorganizar los horarios para ajustarse a ese nuevo tope.
- ¿Significa que vas a salir antes todos los días? Puede ser.
- ¿Que van a quitarte la tarde de los viernes? Ojalá.
- ¿Que vas a trabajar lo mismo pero más comprimido? Eso no debería pasar.
Porque reducir la jornada no es igual a apretar el acelerador y hacer lo mismo en menos tiempo sino ajustar la planificación para que las cosas sigan funcionando… sin apretar las tuercas a nadie.
Además, el Gobierno defiende que la reducción de jornada no es solo una cuestión de horas, sino también de salud: se espera que ayude a disminuir la carga física y mental del trabajo, reduzca el estrés, y mejore la productividad y la seguridad laboral.
Lo que de verdad nos preocupa ¿Te pueden bajar el sueldo con la reducción de jornada? Spoiler, no.
Esta parte es importante y va en mayúsculas emocionales: NO. TE. PUEDEN. BAJAR. EL. SUELDO.
Aquí hay poco misterio y mucho BOE: no, tu salario no debería cambiar.
La reducción de jornada está pensada para mantener el sueldo intacto. Si estás a jornada completa, seguirás cobrando como hasta ahora. No hay letra pequeña, ni cláusula escondida, ni “es que entendiste mal”.
Si tienes dudas, lo mejor es hablarlo directamente con RRHH o revisar lo que diga tu convenio. Pero en principio, el “menos horas = menos sueldo” no va con esta reforma.
Y si alguien te dice y se empeña en que si, tú enséñales este artículo.
¿Qué hacer si no se aplica la reducción de jornada en tu empresa?
Lo primero: no te alarmes. Si aún no ha entrado en vigor, es normal que tu jornada no haya cambiado todavía. Y cuando se acerque la fecha límite (que apunta a finales de 2025), tu empresa tendrá que adaptarse, como todas.
¿Te genera dudas? Siempre puedes:
- Preguntar en RRHH cómo se va a implementar.
- Consultar con tu delegación sindical, si la hay.
- E informarte tú también: cuanto mejor entiendas la normativa, más fácil será tener conversaciones útiles sobre ello.
Esto no va de sospechar ni de enfrentarse, sino de saber qué cambios vienen y cómo prepararse juntos para aplicarlos bien.
FAQ sin rodeos ni cosas raras. Que aquí todos nos queremos enterar bien sobre esto de la ley de reducción de jornada
La reducción de jornada es como ese tema que suena en todas las conversaciones de oficina, en las noticias y hasta en los memes de Linkedin… pero que nadie termina de explicar en condiciones. Tranquila, tranquilo: aquí bajamos el ritmo y te resolvemos las dudas más comunes sin galimatías ni tecnicismos. Palabra.
¿Cuándo entra en vigor?
La pregunta del millón y aún sin fecha en mármol.
El proyecto ya ha pasado el Consejo de Ministros y ha sido aprobado (a fecha del 6 de mayo de 2025), pero todavía no está aprobado del todo. falta el trámite parlamentario, y después de eso, lo que diga el BOE. La previsión es que entre en vigor antes de que acabe el 2025, pero de momento, lo apuntamos con lápiz mejor que con boli.
¿Es obligatoria para todas las empresas?
Sí. Una vez que se apruebe, será de obligado cumplimiento para todas las empresas que tengan personas contratadas a jornada completa. No importa si eres PYME, grande o intergaláctica: si tienes personal trabajando 40 horas semanales, tendrás que reducir.
Ahora bien, cómo se aplique puede depender el convenio o del sector, y ahí es donde cada empresa puede tener sus propios ajustes.
¿Y si tengo un contrato a tiempo parcial?
Buena preguntas, porque aquí el lío es habitual.
Si ya estás a jornada parcial no vas a trabajar aún menos por la reducción general. Lo que pasará es que tu contrato se seguirá ajustando proporcionalmente, pero respecto a la nueva jornada de 37,5 horas. Es decir: si antes trabajabas el 50% de 40 horas (20h), ahora será el 50% de 37,5 horas (18,75h).
Dato: nadie va a fichar 18,75 horas exactas. Esto se organiza con sentido práctico. No vas a vivir con una calculadora en la mano.
¿Qué pasa con las horas extra?
Las horas extra siguen existiendo, no han desaparecido a una nube de glitter legislativo.
Pero ojo, porque si la jornada máxima se reduce, el umbral a partir del cual se considera “extra” también baja. Es decir, si trabajas más de 37,5 horas cuando entre en vigor la reforma, eso ya contará como extra (y tendrá que pagarse o compensarse según marque el convenio).
Consejo: si ya hacías horas extra antes, estate al tanto de cómo cambia este cálculo cuando se publique oficialmente la ley. Puede parecer un pequeño ajuste… hasta que no lo es.
¿Dónde puedo informarme cuando esta ley de reducción de jornada entre en vigor?
Dato a tener en cuenta: no todo lo que circula por las redes es verdad.
Cuando la ley esté aprobada y publicada en el BOE, lo ideal es consultar fuentes oficiales:
- El propio Boletín Oficial del Estado (BOE).
- La web del Ministerio de Trabajo.
- Y si eres de los que prefiere que alguien te lo traduzca a lenguaje humano: asesores, sindicatos o tu equipo de RRHH (que estarán tan pendientes como tú).
Ah, y si estás leyendo esto, ya sabes que aquí también te lo iremos explicando sin drama y con clave de humor, pero profesionales, que es lo nuestro.
¿Tengo que hacer algo ya o me espero?
Depende. Si eres empresa, es mejor empezar a mirar escenarios, turnos y horarios cuanto antes. No para aplicar nada de forma prematura, sino para que no te pille el todo en diciembre. Ves paso a paso con la reducción de jornada.
Y si eres persona trabajadora, no necesitas hacer nada de momento, salvo estar informada. Pero si tienes dudas de cómo afectará a tu jornada, puedes ir preguntando a RRHH o consultando tu convenio para ir despacito pero con buena letra.
Dato a tener en cuenta: La norma también reforzará el sistema de registro de jornada, que deberá ser fiable e interoperable, como herramienta clave para garantizar el cumplimiento horario, evitar excesos y respetar el derecho a la desconexión (y aquí si quieres entramos nosotros)
Y mientras tanto… ¿Qué hacemos?
No, no hace falta meterse en una cueva y esperar a que la reducción de jornada caiga del cielo como el maná. Hay cosas que se pueden (y se deberían) hacer ya, tanto si eres empresa como si eres persona trabajadora. Nada de agobios, solo organización con cabeza (y sentido del humor, si se puede).
Empresas: esto no va de improvisar el 30 de diciembre
La clave está en dos palabras: diagnóstico y planificación.
- Revisa cómo está organizada ahora la jornada en tu empresa.
- Detecta qué equipos, turnos o procesos van a necesitar más ajustes.
- Empieza a pensar en alternativas reales (sí, esto implica mirar algo más que el calendario de festivos).
- Y si la gestión de horarios ya era un lío antes… mejor que empieces a buscar soluciones que te lo pongan fácil, no que te hagan llorar en formato Excel.
👉 Y aquí es donde, casualmente, podemos ayudarte. Porque TramitApp no es solo una app bonita: es una herramienta que te permite adaptar jornadas, turnos, calendarios y equipos sin perder el norte. Ni el tiempo.
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Personas trabajadoras: estar informada(o) siempre suma
No tienes que hacer grandes movimientos ahora, pero sí te recomendamos que te informes bien:
- Lee, pregunta, habla con tu equipo de RRHH.
- Consulta tu convenio colectivo.
- Y no te quedes con lo que dice “alguien en un grupo”, que lo mismo ayer estaba mandando memes y hoy dando consejos laborales con ínfulas de gurú.
Este cambio viene, y viene para quedarse. Cuanto más sepamos todas las partes, más fácil será aplicarlo bien.
En resumen: menos lío, más claridad (y un poco de humor para el camino)
La reducción de jornada es uno de esos temas que, si se explican mal, suenan a apocalipsis organizativo o a promesa de más tiempo libre sin condiciones. Y ni una cosa ni la otra. Lo que sí es: un cambio importante que necesita información clara, planificación y herramientas que acompañen.
Por eso hemos preparado este artículo: para que no tengas que buscar entre 20 pestañas lo que puedes entender en una sola lectura. Para que sepas qué hacer si eres empresa, qué esperar si eres persona trabajadora y, sobre todo, para que esto no se convierta en otro marrón más de final de año.
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¡Nos vemos cuando lo tengamos en el BOE o en otros artículos!