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Todo sobre el despido objetivo en España

Todo sobre el despido objetivo en España

Seguro que más de una vez has oído hablar acerca de los tipos de despido que existen. Entre ellos, el despido objetivo es uno de los que suscita mayores dudas acerca de sus causas y obligaciones, tanto para la empresa como para el trabajador. Resolvemos las cuestiones más habituales contándote todos los aspectos que debes conocer acerca del despido objetivo en España.

¿Qué es el despido objetivo?

El despido objetivo es una figura que se utiliza en España para despedir a un trabajador por causas ajenas a su persona. Se trata de una medida que se puede tomar por parte de la empresa cuando existen motivos económicos, técnicos, organizativos o de producción que justifiquen el despido.

En este tipo de despido, la empresa debe demostrar que existen razones objetivas para el despido y que se han seguido los trámites legales establecidos. Además, la empresa debe abonar una indemnización al trabajador, que se calcula en función de la antigüedad del trabajador y de su salario.

Obligaciones de la empresa

Como hemos comentado, la empresa debe demostrar que existen razones objetivas para el despido, como pueden ser motivos económicos, técnicos, organizativos o de producción. Estos motivos deben estar debidamente justificados y no pueden ser utilizados como excusa para despedir a un trabajador por motivos personales.

Además, la compañía debe seguir los trámites establecidos por la ley para llevar a cabo un despido objetivo. Esto incluye notificar al trabajador el motivo del despido y ofrecerle la oportunidad de presentar alegaciones. Debe comunicarse al trabajador la decisión de despido con una antelación mínima de 15 días. Donde se indiquen los motivos concretos del despido, que deben ser verdaderos y justificados.

En cuanto a la indemnización la empresa debe abonar una indemnización al trabajador despedido, que se calcula en función de la antigüedad del trabajador y de su salario. La indemnización debe ser con una cantidad equivalente a 20 días de salario por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades.

Por último, la empresa puede ofrecer al empleado la posibilidad de ser reubicado en otro puesto de trabajo compatible con sus capacidades y con las necesidades de la empresa.

Derechos del trabajador

El trabajador despedido tiene derecho a recurrir la decisión de la empresa ante los tribunales laborales. Si el trabajador considera que su despido ha sido injusto o ha sido utilizado como medida disciplinaria sin que existieran motivos para ello, puede presentar una demanda ante los tribunales laborales.

Cabe destacar que tanto para el despido objetivo como el despido disciplinario, el empleado tendrá derecho en ambos casos a recurrir la decisión de la empresa en los tribunales.

Remarcar la importancia de que este tipo de despido solo puede aplicarse en una serie de casos. En definitiva, que la empresa se encuentre en una situación económica difícil que justifique la necesidad de reducir el personal. Si la compañía no cumple con los requisitos, el trabajador puede considerar que se trata de un despido improcedente y recurrir la decisión ante los tribunales.

Cuantía de la indemnización por despido objetivo

El despido objetivo da derecho a una indemnización de 20 días por año de servicio, con un máximo de 12 mensualidades. Por ejemplo, imagina que un trabajador ha estado en la empresa 10 años. En ese caso tendrá derecho a recibir una indemnización equivalente a 200 días de salario. Si fuesen 20 años en la compañía, la indemnización seguirá siendo de 240 días de salario. Debido a que el máximo establecido es de 12 mensualidades.

¿Cómo calcular el importe de la indemnización? Se debe tener en cuenta el salario que el trabajador percibía en el momento del despido. Si el empleado ha estado trabajando en la empresa durante varios años, es posible que haya experimentado aumentos salariales en el transcurso de su relación laboral. Se debe calcular la indemnización sobre la base del salario más alto percibido durante los últimos 12 meses.

SI el periodo ha sido inferior a 1 año se prorratean por meses. Esta indemnización puede ser mayor por acuerdo con la empresa o por convenio colectivo.

Derecho al paro en el despido objetivo

El trabajador tiene derecho a recibir una prestación por desempleo durante un período determinado. Esta prestación está destinada a cubrir parte de sus necesidades económicas mientras busca un nuevo trabajo. Se concede de forma temporal, siempre y cuando se cumpla con determinados requisitos.

Para tener derecho a la prestación por desempleo, el trabajador debe haber cotizado al menos 360 días durante los últimos seis años, estar dispuesto a trabajar y a participar en programas de formación y/o reinserción laboral, y no estar excluido del derecho a percibir la prestación por alguna de las causas previstas en la Ley.

El importe de la prestación por desempleo se calcula en función de la base de cotización del trabajador durante los últimos seis meses y su duración dependerá de la edad del trabajador y del tiempo cotizado. En general, la prestación por desempleo se concede durante un período de 12 meses, aunque en algunos casos puede prolongarse por un período adicional.

Es importante tener en cuenta que el derecho a la prestación por desempleo solo será reconocido si el trabajador ha sido despedido por una causa justificada, como el despido objetivo. Si el trabajador considera que ha sido despedido de forma injustificada, puede recurrir la decisión de la empresa ante los tribunales laborales y solicitar la readmisión en el puesto de trabajo o la indemnización por despido improcedente.

Diferencias entre el despido objetivo y despido disciplinario

El despido objetivo no es una figura que se utilice de manera habitual en España. En la mayoría de los casos, las empresas optan por el despido disciplinario, que se produce cuando el trabajador ha cometido una falta grave o muy grave en el ejercicio de su trabajo. Sus diferencias principales varían en estos aspectos:

  1. Motivos: El despido objetivo se produce por causas ajenas a la persona del trabajador, como pueden ser motivos económicos, técnicos, organizativos o de producción. Por otro lado, el despido disciplinario se produce cuando el trabajador ha cometido una falta grave o muy grave en el ejercicio de su trabajo.
  2. Trámites: En el caso del despido objetivo, la empresa debe seguir los trámites establecidos por la ley y demostrar que existen razones objetivas para el despido. En el caso del despido disciplinario, la empresa debe notificar al trabajador la falta cometida y ofrecerle la oportunidad de defenderse antes de tomar la decisión de despido.
  3. Indemnización: En el caso del despido objetivo, la empresa debe abonar una indemnización al trabajador, que se calcula en función de la antigüedad del trabajador y de su salario. En el caso del despido disciplinario, la empresa no está obligada a abonar indemnización alguna.

Sobre el autor

Tamara Vargas

Periodista Digital aficionada al mundo de la tecnología y de la comunicación.

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