La seguridad de tu empresa peligra con el control biométrico

Porque el 23 de noviembre de 2023, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), en su Guía de Tratamientos de Control de Presencia mediante Sistemas Biométricos, clasifica estos sistemas como «de alto riesgo», a menos que se presente una circunstancia excepcional que justifique su utilización en lugar de métodos que no involucren datos considerados «de alto riesgo».

En situaciones en las cuales una ley específica lo autorice (por ejemplo en un convenio), cuando sea estrictamente necesario, es decir que no exista posibilidad alguna de hacer el registro de jornada de otra manera, o cuando el empleado otorgue su consentimiento de manera voluntaria para el procesamiento de dichos datos, surge una problemática relacionada con la libertad del consentimiento otorgado por el empleado, ya que puede existir un desequilibrio de poder. La dificultad radica en que el consentimiento proporcionado por un empleado no es completamente libre debido a esta disparidad de poder. Para abordar este problema, se propone como solución que el trabajador disponga de otra opción de registro de jornada que sea equivalente. Sin embargo, la existencia de esta alternativa implica que «hay opciones disponibles para el tratamiento de datos biométricos que conllevan un riesgo menor», por lo que tal y como dictamina la Guía, si hay otras opciones más seguras, siempre se debe implementar las alternativas seguras.

Sí, tanto la huella dactilar como el reconocimiento facial son ejemplos de sistemas biométricos. Ya que estos sistemas aprovechan características físicas o comportamentales únicas de cada individuo para verificar su identidad.

Sí, puesto que esta guía ha situado a miles de empresas españolas en una posición de incumplimiento, considerado como una infracción muy grave. Estas compañías podrían enfrentar expedientes de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) con sanciones que rondan los 20.000 euros. Además, y aún más significativo, existe la posibilidad de que cada uno de sus empleados (o incluso aquellos de sus contratistas) demande indemnizaciones por daños y perjuicios a través de vías laborales.

El tratamiento de fotografías no debe considerarse sistemáticamente tratamiento de categorías especiales de datos personales, pues únicamente se encuentran comprendidas en la definición de datos biométricos cuando el hecho de ser tratadas con medios técnicos específicos permita la identificación o la autenticación unívocas de una persona física.